jueves, 13 de septiembre de 2007

RELACION HIJO PADRE EN SAN JUAN

INTRODUCCIÓN

Para escribir de Jesús, a partir del texto Joánico, habría que sustanciar algunas palabras claves y, basadas en ellas, entonces, cabrían una serie de imágenes, datos, acciones, características, expresiones, actitudes, gestos y palabras dichas por Jesús, el Hijo de Dios.
Después de releer, por enésima vez en mi vida, éste, mi Evangelio preferido por su belleza literaria y profundidad, me atrevo escribir algunas reflexiones simples, muy simples que, espero en Dios, te ayuden a descubrir, por medio de Jesús y el Evangelio, el Amor del Padre Nuestro.
Por lo anterior, las siguientes páginas no están pensadas para un cristiano comprometido sino, para personas que buscan a Dios en sus vidas y para aquellas que tienen una inquietud por escudriñar las Sagradas Escrituras.
Para ellas escribo.
Para que realicen un viaje a través de los textos y, descubriendo al Amor de Dios, lo contemplen, lo glorifiquen, lo sigan y lo amen.
Para mayor Gloria de Dios.




LA RELACIÓN DEL HIJO ANTE EL PADRE
EN EL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN.
BREVE REFLEXIÓN.

San Juan, inicia su Evangelio con una intención clara: quitar toda duda ante una corriente herética de fines del s.I, que ponía en duda la naturaleza, origen y realeza de Jesús.
Este Jesús, del cual escribe Juan el evangelista, existe desde el inicio. Desde antes que el tiempo se iniciase. Existe desde antes que el hombre tomara conciencia de la "nada".
Así comienza:
"En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (...)
Sin creer en éste versículo, sin tenerlo en cuenta, todo lo demás no tiene sentido.
Lo llamo verso de autoridad o mejor explicitado: el verso Puerta.
Hay que entrar por allí para entender, gozar, contemplar y creer todo lo que sigue con posterioridad; en el principio: existía, estaba, era. (según las traducciones en el latín el verbo "erat" no varía, tampoco en el griego hn)
Después de ingresar por la "puerta", ésta realidad de la preexistencia de Jesús, es explicitada aún más, llenándolo de autoridad y estableciendo claras diferencias.
En primer lugar, lo relaciona con el principio de los tiempos y la creación. San Juan afirmará que el mundo fue hecho por Él. En segundo lugar; dirá que viene de Dios, que viene y ha salido de Él y, que estaba a su lado antes que el mundo existiese
En el Evangelio, te encontrarás con muchos textos que harán alusión a éste tema y, que, sin lugar a dudas, te ayudarán a tener claro el origen de Jesús nuestro Salvador.
Este Jesús se hace hombre e ingresa en nuestra historia, haciéndose historia del hombre y haciendo historia con el hombre y la humanidad.
San Juan dirá: (...)"Y la Palabra se hizo carne y puso su morada en nosotros"(...) más, con varias diferencias que buscan dejar en claro cualquier error:
no nació de sangre
no nació de deseo, ni de carne, ni de hombre
Este Jesús, Hijo de Dios, es único. No hay otro igual a Él, viene de Dios y ha visto al Padre porque salió del Padre además, está marcado por el sello del Padre.
Toda esta verdad, nos ayuda a comprender que Jesús fue enviado por el Padre con una misión bien específica que - desde la perspectiva de Jesús Hijo, relacionado estrechamente con su Padre - el evangelista nos invita a gozar, contemplar y creer.
El Dios Hijo enviado, Jesús, declara conocer y haber visto a Dios (Padre).
Él, como enviado, se sabe dueño de una realidad que es poco creíble para sus opositores: ha venido de parte de Dios a quien ha visto y, a quien Dios conoce tanto como lo conoce él.
Por tanto, Jesús tiene algo muy especial de Dios. Es un enviado de su parte pero, no solamente tiene conocimiento del para qué fue enviado, sino que conoce muy bien a quien lo ha enviado y Él lo conoce de igual manera.
No solo conoce "el papel" o "la instrucción" de lo que debe hacer, como enviado, sino que conoce la Intención más profunda de quien lo envía.
Veamos algunas particularidades de éste enviado que, precisamente, nos lleva a creer que Él es, verdaderamente, el Hijo de Dios.
En primer lugar, Jesús siempre, cuando habla o realiza obras, se refiere a su Padre que lo ha enviado, es decir; tiene plena conciencia que ha sido enviado por su Padre , más aún, posee la certeza y así lo manifiesta, que su Padre ha sido quien le ha dicho qué hacer y qué decir .
En segundo lugar, conoce en profundidad la voluntad de quien lo envió; ésto es la ausencia de pérdida pues, vino a recuperar lo perdido, vino a buscarlo, mostrando una dimensión cargada de responsabilidad, preocupación, delicadeza y ternura .
En tercer lugar. Este enviado no se justifica con palabras y argumentos, sino con las obras que Él ha realizado y, las obras atestiguan y hablan por si solas acerca de quién lo envió. Son sus obras, las que dan testimonio que el Padre lo envió.
Es sobrecogedor, cuando uno logra contemplar la realidad anteriormente mencionada.
Todo lo que hace Jesús, el Dios Hijo enviado por el Padre, es lo que ha visto hacer a su Padre. Son varios los pasajes bíblicos donde, San Juan, hace mención de ésta realidad .
En el fondo, y es claro, Jesús con sus obras (gestos y palabras) hace lo que su Padre hace, es decir; Ama.
Eso. Ama
Desentraña lo más íntimo de Dios.
Es así que, este Hijo enviado, Revela y Muestra lo que para el hombre y la humanidad por siglos estaba en lo misterioso. Muestra lo que el hombre jamás pensó ver. Muestra a Dios y él se encarga de contarlo
¿Acaso no sucede nada en el corazón de un seguidor de Jesús cuando lee y anida en su interior éstas palabras?
La visión de Dios era imposible para el hombre común y corriente. Era una realidad inimaginable.
Ahora bien. Lo inimaginable hay que imaginárselo, sentir las exclamaciones de asombro, de escándalo, etc. Observar las reacciones ante tan grande afirmación que, sin lugar a dudas, en los contemporáneos de Jesús, causaron tanto escándalo y rechazo como para llevarlo a la muerte.
Cuánto les habrá dolido, escandalizado a los contemporáneos de Jesús el escuchar las siguientes palabras:
(...)"Ya desde ahora lo conocen y lo han visto"(...)
(...)"el que me ha visto, ha visto al Padre"(...)
Cabe la pregunta, entonces: ¿Es justo y válido hablar de Dios como un Misterio?
Sí (y con tilde en la i). Pero, para todas aquellas personas que buscaban conocer a Dios ANTES de Jesús. Antes, con mayúscula. Porque después de la presencia y vida de Jesús, el Hijo de Dios, en medio de los hombres: ¡NO!. Así con mayúscula. No es justo ni válido
NO, porque el secreto de Dios se hizo Jesús.
El Secreto de Dios, se HIZO Jesús.
Entonces ¿dónde está el misterio?
¡Ya no está!
Simplemente, ¡no está! Porque, Jesús es quien ha escuchado la voz del Padre y lo ha visto y, viéndole a Él, vemos al Padre, viendo sus obras vemos al Padre, escuchándole a Él, escuchamos y sabemos del Padre. Definitivamente, el secreto de Dios se hizo Jesús.
¿Cómo es posible y compatible llamar a un Dios Misterio: ¡Padre!?
Es algo insustentable, porque el misterio de Dios se hizo Jesús.
El secreto o misterio de Dios se hizo Jesús, porque Él y su Padre son uno solo ("una sola cosa"). Jesús se sabe amado y querido por su Padre. Sabe que su Padre confía en Él porque todo lo ha puesto en sus manos.
El secreto de Dios se hizo Jesús, porque Jesús siempre muestra o indica (descubre, revela) la voluntad de su Padre, comunicando a sus discípulos todo lo que el Padre le comunicó a Él porque su Padre siempre lo oye y, Jesús se lo agradece públicamente
Una de las maneras de conocer a Dios, es por medio de su Hijo. Él, es el Camino .
Jesús, Dios Hijo es el mediador, el intercesor entre los hombres y Dios, su Padre.
Nadie puede ir al Padre sino por medio de Jesús
Y, como mediador, se ofrece y se compromete, prometiendo sus ruegos y acción eterna:
ruega por sus discípulos
ruega por nosotros
promete su intercesión
Firme en su palabra y, asido en quien le envió promete que sus discípulos, incluso, harán obras mayores que las suyas porque ni Él ni su Padre los dejarán solos y, se compromete que pedirá al Padre un defensor, "Alguien" que les explicará todo lo que no han logrado entender y les recordará todo lo que Jesús les dijo, enseñó y reveló de su Padre. Ese "Alguien" (el Paráclito, es el Espíritu Santo)
Jesús, Dios Hijo, cumplió, hizo y dijo todo lo que su Padre en su amor le pidió.
Antes y después de sus últimas palabras en la cruz (...)"Todo está cumplido"(...) expresó la realidad del regreso junto a su Padre.
Así como vino, tenía que marcharse para estar junto a su Padre .
Con su llegada, con su encarnación trajo a la tierra un trozo de cielo y con su partida, después de su Resurrección, se llevó toda una historia y humanidad: mi historia, tu historia. Nuestra humanidad.
Y, en una porción de nuestra humanidad, depositó su confianza para que ésta historia de salvación continuase: en sus discípulos, en Pedro y sus sucesores. Hoy, nuestros pastores (Papa, obispos y en su Iglesia),:
(...)"Como el Padre me envió,
también yo los envío"(...)
En tus manos, Él, también depositó su confianza y, con su eterna oración te sigue asistiendo.
Sus palabras y oración son un eterno presente.
¡Créelas!.
(...)"No ruego sólo por éstos,
sino también por aquellos que,
por medio de su palabra,
creerán en mí"(...)
¡Ruega por ti!
Ahora, ¡Anda!

2 comentarios:

silvana(1e,35) dijo...

libranos del mal: Se podria referir a que no estar con malas juntas y no ir por el camino malo de los que no hacen el bien

gonzalezleon,2H,1725 dijo...

no nos dejes caer en tentación: se podría referir a la juventud de hoy en día que se va por malos caminos,se dejan llevar por los malos consejos y se ponen rebeldes ante dios,tratan de sobrepasar al resto y creerse lo más importante.
Además los niños de hoy en día estan más revolucionados,lo que hace que se vayan por el camino de las malas juntas o amistades que ya están en la perdición.